viernes, 5 de noviembre de 2010

PARTICIPACIÓN EN JORNADAS DE EDUCACIÓN – FILSA 2010

Debo confesarlo. Todo náufrago (léase lector) que se precie quisiera terminar su deriva en un cálido roquerío (léase libros apilados y formando murallones) que lo albergue más que sea hasta su rescate o perdición (léase a gusto del lector).
        Por estos días la costa del mundo educacional y editorial nos proporciona un grato recodo: allí fuimos a parar Marcela Ramos y yo, Ignacio Herrera –más tarde se sumaron el puñado de alumnos portadores del germen–, a la Estación Mapocho donde fue y es natural otear viajes sobre viajes, deseos sobre deseo y así perspectivas, sugerencias y críticas respecto de los hábitos lectores en nuestro terruño. Hablo de la Feria Internacional del Libro de Santiago (FILSA) en su versión número 30 y de las 13ª Jornadas de Educación.

            Dos días intensos en que náufragos profesores del castellano, unos; los otros, de lenguaje y comunicación, venidos de todo Chile, atentos y opinantes analizamos la “Incidencia de la lectura y su comprensión en los resultados del aprendizaje” gracias al desarrollo de conferencias, mesas redondas y talleres:
¿Cómo animar a la lectura? ¿Cuál es el rol de lo afectivo en la comprensión lectora? ¿Calificar o evaluar la lectura de nuestros alumnos? ¿La obligatoriedad mata el deseo de leer? ¿Siguen vigentes los libros clásicos?, en fin.
            Acompañaron a estas disquisiciones el dato duro y la experiencia concreta. Interesante y panorámica la investigación Familia y escuela: su influencia en la formación de lectores para el mañana. Aproximación a la lectura de preadolescentes y adolescentes, de julio de 2010, realizado por la Fundación La Fuente; de la misma organización el estudio Los niños y los libros. Un acercamiento exploratorio a la experiencia lectora infantil en Chile. Cabe señalar la presentación del estudio Chile y los libros 2010, índice de lectura, tenencia y compra de libros, que se lanza el martes 9 de noviembre a las 19:30 horas (todos, textos descargables de la red).
            La experiencia, a cargo de Marcela Puentes, animadora de la lectura, encargada de la biblioteca pública de La Florida. Ella y Juan Morales impartieron el taller “La comprensión lectora a partir de la creación literaria lúdica”, ocasión en que la revista Cerbatana tomó nuevas alas y debe estar ahora en los estantes y manos creciendo como una digna flor comunal. El gesto fue correspondido con una invitación para nuestro taller, el día 26 de noviembre en que se celebra el trabajo literario de alumnos que conforman el proyecto “Atrapasueños”.
            Todo eso entre martes y miércoles. El jueves emprendió su propio viaje el taller literario Cerbatana con destino a la Mesa de Conversación “Por qué escribí”. Charla entre pares con el fin de compartir asuntos vitales de lo que es el oficio de la escritura: motivaciones y experiencias literarias. Los encargados de contar sus aventuras, con lo que fue definido como “el trabajo manual de la mente”, fueron Álvaro Bisama y Claudia Apablaza, destacados escritores nacionales.
            Esa la oferta y estas, algunas piedras del roquerío rescatadas por un naufrago: Moby Dick de Herman Melvile ($1.000, ediciones SM); Animación a la lectura ($4.000, ediciones SM); Cómo se escribe un poema, selección de escritos al respecto de Poe, Boudelaire, Rimbaud, Yeats Mallarmé Valéry, Breton, entre otros ($2.000, Editorial El Ateneo); Poesía y pintura de Mario Ferrero ($1.000, ed. Zona Azul); Psicología e identidad latinoamericana de Jorge Gissi ($3.000, Ed. U. Católica de Chile) y la buena música de Camila Moreno, vista en vivo la noche del miércoles.
            No cabe duda, los versos y la literatura en general son aquello que afirma Octavio Paz: RELÁMPAGOS QUE LLEVAN EN EL PICO PEDAZOS DE TIEMPO TODAVÍA VIVOS.

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